El presente de indicativo en español es, a simple vista, el tiempo verbal más fácil. Es lo primero que aprendemos en clase y sirve para expresar muchas cosas sobre nuestro día a día.
Sin embargo, tiene algunos usos un poco especiales a los que a veces no prestamos demasiada atención. A continuación te hablo de los más habituales y sencillos y de aquellos que usamos o escuchamos un poco menos.
El presente para hablar de cualidades
Uno de los usos más habituales del presente es para hablar de las cualidades actuales de las cosas. Por ejemplo, usamos el presente para hablar de cómo es nuestra casa:
- Mi casa es pequeña. Tiene un huerto lleno de tomates y lechugas.
También nos sirve para preguntar por estas mismas cualidades:

- ¿Cómo es tu casa?
- ¿Que hay plantado en tu huerto?
Como podemos observar, son cosas que tenemos controladas, que sabemos que son así. Para expresar esto mismo sin estar seguros no usaremos el presente sino el futuro de indicativo:
- No sé cómo es la casa de Lidia, pero imagino que será pequeña y tendrá un pequeño huerto. Siempre ha soñado con una casa así.
El presente para describir situaciones momentáneas
Aunque es parecido al anterior presente, no es exactamente igual. Este presente nos sirve para hablar de cuál es la situación actual de algunas cosas. Por ejemplo:
- Lidia está en Bogotá, pero mañana se marcha.
- Tengo un resfriado terrible, me he puesto el termómetro y hasta tengo fiebre.
El presente para hablar de hábitos
Otro de los usos más habituales del presente es para hablar de hábitos, de cosas que hacemos de forma regular en nuestro día a día. Por ejemplo, podemos decir:
- Los martes voy al gimnasio a hacer pilates, pero los miércoles descanso.
También lo podemos usar para hacer preguntas sobre estos mismos hábitos:
- ¿Qué haces los sábados por la mañana?
El presente para dar instrucciones
Dentro de los usos del presente, podemos encontrar un uso un tanto peculiar: el presente para hablar del futuro. Cuando alguien nos pide instrucciones sobre cómo hacer una receta o cómo llegar a un lugar podemos expresarlo con el imperativo, con algunas perífrasis y, también, con el presente.
En estos casos, no estamos hablando de cosas que suceden ahora, pero sí que estamos hablando de hechos controlados sobre los que tenemos seguridad. Como hemos visto en los casos anteriores, la clave del presente de indicativo es esta: lo usamos para hablar de cosas seguras y controladas.
Por ejemplo:
- ¿Cómo se hace el pisto?
- Pues verás… Primero pones aceite a calentar. Después echas un poco de ajo picado. Cuando el ajo está dorado, añades el pimiento troceado. Diez minutos después, echas el tomate triturado, bajas el fuego y lo dejas cocinarse durante una hora.
El presente para dar información segura sobre el futuro
Cuando queremos hacer afirmaciones seguras sobre el futuro podemos usar el presente. Para ello, lo usamos junto con otros elementos que dejen claro que estamos hablando sobre el futuro y no sobre el presente. Por ejemplo:
- Mañana voy al médico por la mañana. (Es una cita, así que estoy segura de que voy a ir).
- El lunes por la tarde sale mi avión a Edimburgo. (Hay un horario, tengo un billete y estoy segura de que va a ser el lunes por la tarde).
También nos sirve para preguntar por esos mismos planes:
- ¿A qué hora sale tu avión?
- ¿Cuándo vas al médico?
El presente intemporal

Se usa para expresar lo que entendemos por verdades universales, cosas que se consideran probadas y que no pueden cambiar:
- El área de un triángulo es igual a base por altura partido por dos.
- Todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta un empuje vertical y hacia arriba igual al peso del fluido desalojado.
El presente histórico
Este es un uso peculiar frecuente en los textos literarios y periodísticos. Sirve para hablar de hechos del pasado usando el presente, presentándolos como algo actual. Vamos a ver un ejemplo:
- La Revolución francesa termina en 1799 cuando Napoleón Bonaparte da un golpe de estado.
- Hay distintas opiniones sobre cuándo empieza la Edad Moderna. Algunos dicen que empieza en 1492 cuando Colón llega a América y empiezan las invasiones y ocupaciones de los territorios por parte de Europa.
Este tipo de pasado se usa también para hablar, de forma coloquial, sobre algo que nos ha sucedido. Es una forma de actualizar la historia, de presentarla como más viva en el presente. Por ejemplo:
- No te lo vas a creer. Ayer estoy tan tranquila en mi habitación, estudiando, cuando de repente una paloma empieza a dar picotazos en mi ventana. Abro la ventana para ver qué le pasa y descubro que lleva una carta atada en su pata. ¡Era una paloma mensajera!

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3 respuestas para “Los usos del presente”