Las oraciones condicionales son un tipo de estructura de subordinación que, como su propio nombre indica, nos sirven para expresar condiciones. Dependiendo de qué tiempos verbales empleemos estaremos expresando distintas cosas.

Para entender este tipo de oraciones tenemos que dividirlas en dos partes. Vamos a ver un ejemplo clásico:
Si llueve, te mojas
- La primera parte de la oración «Si llueve» es la que expresa la condición. Si cambiamos el tiempo verbal de esta parte cambiaremos cómo de posible creemos que es que suceda. Por ejemplo, en las oraciones condicionales del primer tipo usamos el presente. Esto quiere decir que vemos bastante probable que llueva.
- La segunda parte de la oración «te mojas» es la que expresa la consecuencia. Esta consecuencia puede ser una afirmación, una petición, una orden, etc. Dependiendo de qué sea usaremos tiempos verbales distintos. En el caso del ejemplo únicamente estamos afirmando algo (bastante lógico si no llevamos paraguas).
En realidad, como sucede con casi todas las cosas en gramática, tenemos bastante más libertad de la que pensamos a la hora de usarla. Es importante entender esto. La gramática no son unas reglas fijas que solo podemos usar de una manera. La gramática, igual que el léxico, nos sirve para expresar ideas llenas de matices. Dependiendo de lo que queramos decir y de cómo queramos decirlo usaremos unas estructuras u otras.
En esta entrada vamos a ver las diferentes combinaciones posibles usando siempre el presente en la condición.
Condicionales para afirmar
Este tipo de estructura es el más típico y sencillo. Cuando usamos una oración condicional para afirmar algo, la parte de la consecuencia se expresará en presente o en futuro.
Es importante recordar aquí que en este tipo de oraciones condicionales solo usamos el presente para expresar la condición. Nunca usaremos ni el futuro ni el condicional. Por ejemplo:
Si lloverá, te mojasSi llovería, te mojas
Condiciones para afirmar con presente
Usamos el presente en ambas partes de la condicional cuando consideramos que las probabilidades de que algo suceda y de su consecuencia son muy altas. Por ejemplo:
- Si el agua llega a 100º, hierve.
- Si mañana tengo dinero, me compro un libro → Estoy segurísima de que me voy a comprar un libro si tengo el dinero. Uso el presente porque quiero acercar la experiencia a mí.
Condiciones para afirmar con futuro
En este caso, también consideramos que las probabilidades de que algo suceda son muy altas. Sin embargo, no nos comprometemos tanto con lo que sucederá después. Por esto mismo, también se puede usar como amenaza.

- Si llueve y no llevas paraguas te mojarás → Estoy afirmándolo, pero también hay una amenaza implícita.
Para este tipo de estructuras también podemos usar la perífrasis «ir a + infinitivo» que nos sirve para expresar futuro:
- Si comes tantas panteras rosas vas a enfermar → De nuevo, estamos haciendo una afirmación pero también hay una amenaza implícita.
Condicionales para dar órdenes
Esta es una estructura bastante fácil. ¿Qué usamos típicamente para dar órdenes? El imperativo. Por lo tanto, cuando usamos las condicionales para dar órdenes la consecuencia va a ir en imperativo.

- Si sales pronto del trabajo compra calabacines → Creo que es una posibilidad que vayas a salir pronto del trabajo y te doy la orden de que compres calabacines.
- Vuelve a la casilla de salida si no sabes la respuesta → En las instrucciones de juegos de mesa también aparecen este tipo de estructuras.
Condicionales para pedir cosas
En realidad, la diferencia entre pedir cosas y ordenarlas no es muy grande. En el caso de dar órdenes somos más directos, cuando pedimos cosas queremos ser más indirectos o educados. Para ello vamos a usar el condicional en la consecuencia y, además, lo vamos a expresar como pregunta:
- ¿Si sales pronto de trabajar podrías comprar calabacines?
- ¿Te importaría traerme agua si vas a la cocina?
Condicionales para hacer suposiciones y sugerencias
Por último, podemos usar las oraciones condicionales para hacer suposiciones y sugerencias. En este caso, la parte de la consecuencia se expresa con condicional. Sin embargo, al contrario que en el las oraciones condicionales para pedir cosas, en este caso no usamos preguntas:
- Si das la vuelta al mundo yo te podría acompañar
- Si viajo de nuevo a Londres esta vez me montaría en el London Eye
Es importante ver la diferencia entre la última frase y las condicionales para hacer afirmaciones que veníamos anteriormente. En ambos casos creo que la condición es bastante posible:
- Si viajo de nuevo a Londres → me parece posible viajar de nuevo a Londres.
- Si llueve → me parece posible que llueva.
Sin embargo, en el primer caso montar en el London Eye es solo una suposición, no lo afirmo, no estoy segura de que vaya a hacerlo. En el segundo caso estoy bastante segura de que me voy a mojar, por eso lo afirmo.
En general, podemos ver un patrón en cualquier tipo de oración. Cuando uso el presente estoy acercando la experiencia a mí. Cuando uso el condicional, sin embargo, la estoy alejando. ¿Y para qué puedo querer alejar una experiencia? Pues por diversos motivos, por ejemplo:
- Para expresar que no estoy muy segura de que vaya a suceder, como en estos ejemplos.
- Para expresar cortesía como cuando pedimos algo en un bar.
- Para suavizar un consejo.
¿Se te ocurre algún caso más en el que pueda querer usar el condicional para alejar la experiencia? Si no se te ocurre, seguro que aquí encuentras algunas ideas.

Si quieres conocer más sobre las oraciones condicionales tengo estas otras entradas:
Recuerda que puedes suscribirte a mi boletín aquí:
Puedes consultar cualquier duda conmigo a través de este formulario:
3 respuestas para “Oraciones condicionales I”